Con una multa de ¢221.000 y la acumulación de cuatro puntos en la licencia siguieron su camino 518 conductores, luego de ser sorprendidos por la Policía de Tránsito irrespetando una señal de Alto o la luz roja del semáforo.
En el primero caso, fueron 83 boletas y en el segundo 435 infracciones las confeccionas por las autoridades. El monto de estas multas, tipo B, y la acumulación de puntos van en concordancia a la peligrosidad de esas conductas.
“Son dos trasgresiones a la Ley de Tránsito que pueden tener consecuencias fatales, no solo para el infractor, sino para terceros inocentes. Es diferente sancionar a un conductor por no llevar puesto el cinturón de seguridad, que lo afectaría a él solamente, en caso de un accidente, y otra cuando un conductor decide seguir con la luz en rojo, pese a que hay automotores, ciclistas o peatones cruzando transversalmente; situación similar con la señal de Alto, donde quien tiene la vía sigue avanzando confiado en que los otros conductores se detuvieron”, acotó Alberto Barquero Espinoza, Sub Director de la Policía de Tránsito.
A estas 518 infracciones se suman otras 7.769 multas por irrespeto a señales de Tránsito diferentes a la señal de Alto, como lo puede ser un ceda, por ejemplo.
Las 8.287 boletas hechas en tres meses, unas cuatro por hora, en promedio, por irrespeto a señales y semáforos, es una pequeña muestra de los pésimos hábitos que tienen muchos conductores en carretera, al no prestar atención al señalamiento tanto pintado en la carretera como con señales verticales.
No sería la primera vez que se vuelve noticia que en un cruce en particular se dan constantes choques por irrespeto a la señal de Alto, pese a que en el lugar hay señales verticales en las dos esquinas, se pinta la palabra Alto en el suelo, se coloca un reductor de velocidad metros antes de la esquina e incluso se instala un semáforo intermitente, trajo a colación el Barquero, no solo responsabilizando al irrespeto a la señal sino el que las personas olvidan que están conduciendo y que deben concentrarse en esa tarea, por la responsabilidad que implica, y no ir viendo el teléfono, pensando en otras cosas, discutiendo con algún acompañante o viendo hacia otros lugares.