Hace 5 años decidió dejar el país que la vio nacer, sin saber cuando volvería a ver a su familiares.
Pero deseaba una mejor vida para su hijo y reencontrase con su esposo a quien tenía dos años de no ver para ese entonces.
Riselys es una venozolana, que desde que llegó a Costa Rica buscó la forma de ganarse el dinero, para con su esposo, darle calidad de vida a Josué, su hijo, de tan solo catorce años.
Esta madre de 47 años inició vendiendo postres a sus vecinos, hoy, un año y medio después divide su vida entre ser madre y atender “Café con Aroma de Mujer” su propia cafetería.
La labor de ser madre podría ser compleja, estar pendiente siempre de lo que hacen sus hijos y velar por el cuido de ellos. Pero trabajar al mismo tiempo lo puede volver aún más complejo.
A pesar de estar en su negocio 12 horas al día los siete días de la semana, no ha dejado de ser esa mujer y mamá tan valiente que su hijo admira.
Doña Riselys, está agradecida con Dios porque no deja de sorprenderse de las bendiciones que le da día a día le da.
A pesar del trajin de ser emprendedora y ser su propia jefa, no olvida que hay alguien que necesita de ella.
Del tiempo que no tiene, aún así hay para acompañar a Josué al colegio, compartir con él en su casa de habitación, llevarlo a cortarse el pelo e incluso acompañarlo a dormir.
Estando en su trabajo, doña Riselys aprovecha cada vez que puede para llamar a Josué y saber cómo está, porque como buena madre es imposible no hacerlo.
Josué le celebró a su mamá por 9 años, el día de la madre en el mes de mayo en tierras venezolanas.
Ahora al igual que el resto de costarricenses aprovecha el mes de agosto para obsequiar un pequeño detalle a esa mujer a quien hoy y mañana, tiene el privilegio de llamar mamá.
Con pocas palabras, pero con una sonrisa que refleja la inocencia de su edad, Josué no duda del amor que siente hacia ella.
Esta madre migrante que no ha pensando en rendirse, hoy cuida de su hijo en Costa Rica pero también una parte de su corazón viaja con su hijo mayor que está en Estados Unidos.
Al igual que ella, hay cientos de madres migrantes que también celebraran su día este 15 de agosto y que por distintas razones han escogido a Costa Rica como su nuevo hogar.
El sacrificio y el cansacio de esta madre pierde valor cuando al final puede leer lo que realmente su pequeño hijo piensa de ella y como valora esa milla extra que da cada vez que se levanta
Feliz día a todas esas madres que al igual que Riselys siguen amando a sus hijos como el día que los vieron por primera vez.