El golpe que Luis Suárez lanzó en el banco de suplentes tras la decisión del cuerpo técnico de que no ingrese al encuentro que Uruguay perdía (y finalmente perdió) ante Venezuela por Copa América, desató una enorme polémica que involucró al entrenador Oscar Washington Tabárez, al delantero del Barcelona y a su hermano.
Por eso, el ex atacante del Liverpool eligió aclarar la la situación en conferencia de prensa: "Vino por la impotencia de no poder hacer nada, sabiendo que no podía jugar y querer hacerlo. Lo mismo me pasó en el Mundial. Le pegué 38 veces en todo el partido por calentura, pero solo salió esa imagen. Mis compañeros me instaron a detenerme para no romperlo".
Además, Suárez se refirió a su hermano, Paolo, quien luego de concretarse la eliminación del elenco celeste tuiteó en contra de la decisión de Tabárez: "Tengo una relación mínima con él, solo hablo de vez en cuando. Nadie de mi familia piensa así. Tiene que saber que es mi hermano y que cualquier cosa que diga puede ser pública."
Por otro lado, Suárez se encargó de desmentir cualquier tipo de rumor sobre una pelea entre él y el cuerpo técnico, y remarcó su admiración por el entrenador: "Hoy tenemos una identidad gracias al Maestro. Se merece el mayor de los respetos de todos nosotros y de la mayoría de uruguayos por todo lo que ha significado para esta selección".
##ENLACE##
Tabárez había explicado al termino del partido ante Venezuela que la decisión de dejar a Suárez en el banco de suplentes era por el desgarro en la pierna derecha, que arrastra desde la temporada con el Barcelona: "No estaba para jugar, no había garantías. Pero es un asunto del médico"