Una muerte de una persona que influyó en nuestras vidas con gran impacto, nunca se va a olvidar y esa es la historia de Neisi Dajomes, una atleta ecuatoriana que ganó el oro en halterofilia y que cuando subió a recibir su presea, mostró un mensaje en su mano.
“Mamá y hermano” decía lo escrito en su palma y la pregunta es por qué, Neisi tuvo el apoyo de su madre para dar sus inicios como pesista y fue gracias a su hermano que ingresó a este deporte que hoy a sus 23 años la colocan como la mejor del mundo.
Dajomes cargó un peso 118 kg en arranque y 145 kg en envión, para un total de 263 kg en Tokio 2020 para así demostrar su fuerza y su talento.

La joven ecuatoriana había contado a una radio de su país por qué cuando ganó en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, se arrodillaba y agradecía al cielo, ella contó la triste historia de la muerte de su madre y hermano, además señaló que una persona cuesta que olvide este tipo de perdidas.
Su madre murió en el 2019 antes de los Panamericanos de Lima y su hermano en el 2018.
“Yo creo que uno nunca supera la pérdida de una madre, y al menos como deportista muchas veces uno tiene que seguir adelante, a pesar de las circunstancias que le pasan [en el plano] personal, porque es algo que uno se ha propuesto, y tiene que seguir y cumplir sus sueños”, dijo a la radio CRE.
Neisi pudo seguir adelante, con un te extraño en el corazón pero con un consejo que le da fuerza pero no física, sino la mental, la que nos lleva a enfrentarnos a la vida, ese consejo de su madre lo trasmite en sus competencias y hoy es la mejor pesista del mundo.
“Ella siempre me decía que compita bien, que compita con el corazón, con fuerza; […] y aunque ella no esté aquí, siempre va a estar conmigo en el corazón y en la mente”.
Hoy puede decir que es la primer mujer en ganar una medalla de oro en halterofilia para su país y que es la mejor de su deporte.