Redacción
Repretel.com
El duro partido que se vivió en el Camp Nou entre el Barcelona y el Atlético de Madrid dejó varios momentos claves: el primer penal del cuadro colchonero, los 700 goles de Lionel Messi y el ingreso de Antoine Griezmann en el minuto 90, cuando sólo quedaba por jugarse el tiempo añadido.
La decisión de Quique Setién de darle solo el tiempo de descuento para que generara alguna ocasión fue muy cuestionada tanto por la prensa local como por el propio hermano del futbolista: “¿En serio? 2 minutos. Me dan ganas de llorar”, escribió en Twitter un mensaje que posteriormente borró.

Una de las preguntas que destacó en la amarga conferencia de prensa que dio el entrenador fue la de qué había sucedido con el delantero: “No pueden jugar todos y hay que decidirse por algunos. Siempre piensas que en un momento determinado puede hacer algo”, aseguró Setién sobre esa sustitución a los 90 minutos.
“No lo he hecho antes porque estábamos jugando muy bien. Riqui (Puig) lo estaba haciendo bien, a Suárez siempre hay que tratar de tenerlo, a Messi también, porque no sabes nunca lo que va a pasar. No es fácil encontrarle sitio sin desestabilizar el equipo”, agregó el español, dejando una palabra que encendió la polémica: “Desestabilizar”.
“Normalmente no hago cambios tan tarde si no es para perder tiempo. Confías que un jugador como él tenga una acción puntual que te gane el partido”, afirmó el entrenador, quien finalmente reflexionó:“Hablaré con él, no le pediré disculpas pero entiendo que pueda sentirse mal, y yo también por él porque es un gran profesional y una gran persona”.
Dentro del entorno azulgrana hay preocupación por el rendimiento del francés, que en este 2020 tan sólo lleva un gol en su historial. El presente del galo genera aun más dolores de cabeza si se tiene en cuenta que el jugador más caro de la historia del Barcelona fue suplente en 3 de los 6 partidos que se disputaron hasta el momento.
Del otro lado, Diego Simeone, que fue una especie de mentor para el francés, fue consultado por la decisión de su colega de hacerlo jugar sólo cuatro minutos, sin embargo, prefirió no dar su opinión y sólo se limitó a expresar un corto, conciso y enigmático: “Sin palabras”.
Finalmente, en un tono más liviano fue el propio director de relaciones institucionales Guillermo Amor el que intentó quitarle un poco de dramatismo a la situación: “La plantilla del Barcelona es amplia y muy fuerte y el técnico ha creído oportuno que saliese en el último momento”.