Alberto Serrano, es el propietario de una mansión donde la historia opaca a los lujos y donde la tradición es la gran fortuna. Este inmueble, ubicado en el cantón de San Mateo, está colmado de tesoros naturales de un bosque con sonidos intensos de aves e insectos. Pero como si esto fuera poco, la propiedad cuenta con una vista panorámica que cualquier millonario desearía tener.