La frustración y la esperanza se mezclan en los vecinos de la familia de la bebé Kreibil al considerar que ha transcurrido un año de su desaparición y no hay nada certero sobre su muerte. Entre estas personas está Daniela Camacho, madrina de la menor quien no solo conserva los peluches que donaron cientos de ciudadanos como señal de solidaridad sino también la esperanza de volver a ver con vida a la pequeña.