Tres años de prisión de los cuales uno es de obligado cumplimiento por corrupción y tráfico de influencias.
Es la condena confirmada que la justicia francesa ha impuesto a Sarkozy por el llamado “caso de las escuchas” y que el mandatario ya había recibido previamente en primera instancia en marzo de 2021.
El exmandatario se convierte así en el primer expresidente de la V República condenado a prisión firme.
Aunque aún puede recurrir a la Corte Suprema y además, el año en firme, lo podrá cumplir con brazalete electrónico en régimen de libertad vigilada.