Con premeditación y alevosía, el motociclista señala a los dos inspectores de tránsito, que no se percatan o no quieren intervenir, luego acelera, pasa frente a ellos y con su moto en una llanta continúa rayando en forma temeraria a cuanto vehículo se le atraviesa, incluyendo un autobus, que por poco lo golpea.