Tras superar las drogas gracias a la ayuda que buscó su madre, un hombre se entregó llevar alivio a quienes lo necesitaban.
Haciendo esta tarea fue baleado en medio de una confusión y murió mientras era atendido en el hospital San Juan de Dios.
La agrupación religiosa con la que realizaba la misión asegura que continuará adelante pero esta vez con la colaboración de la policía.
La victima repartía comida a indigentes y predicaba la palabra de dios dos veces por mes.
El hombre de 33 años dejó tres hijas y un gran vacío en la iglesia donde se congregaba.
Su funeral fue este domingo por la mañana en Alajuelita.
Según las investigaciones, el hombre, su novia y su cuñado conversaban con una mujer en el sector del precario el pochote de Barrio Cuba.
De pronto alguien llamó a la mujer y una vez que ella se marchó salió un hombre y empezó a disparar impactando al buen samaritano en la cabeza.
Al parecer confundieron a los misioneros con asaltantes y por eso se dio el ataque.