El colombiano James Rodríguez, futbolista del Real Madrid, tuvo el viernes un incidente con la policía por motivos aún no del todo aclarados.
El jugador del Madrid, James Rodríguez, fue perseguido ayer por la Policía mientras se dirigía al entrenamiento de la tarde en Valdebebas.
Un auto del grupo de Atención al Ciudadano (GAC), que pertenece a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, vio un vehículo recorrer a “gran velocidad” la M-40.
“¡Deténgase a la derecha!”, le gritaron los agentes de Tráfico por un megáfono y con la sirena a todo volumen, pero el futbolista hizo caso omiso y entró a la ciudad deportiva.
Las dudas surgen alrededor de los motivos por los que el colombiano hizo caso omiso a las indicaciones de la policía. Según el diario "Marca", el jugador alegó que no se detuvo porque "no escuchó la orden de alto por el volumen de la música de su vehículo".
Además, el jugador colombiano pidió disculpas. Dijo que se asustó al ver al coche policial “de incógnito” y temió que fuera un secuestro. Según el Madrid, James no iba a 200 por hora y no había radar que certificara a qué velocidad iba.
La policía denunció a James Rodríguez por exceso de velocidad, conducción temeraria y desobediencia a la autoridad, y el jugador se enfrentaría a una multa económica y seis meses sin poder conducir.