Italia se clasificó para los Octavos de final gracias a un resultado muy identificable a lo largo de su historia: 1-0. La verdad es que los transalpinos necesitan muy poco en los torneos cortos para avanzar rondas, tal y como ha sucedido en el partido de hoy.
El catenaccio apareció con claridad en el primer tiempo. Ni contra un equipo teóricamente inferior como Suecia los italianos se animan a proponer fútbol. Fieles al estilo que tanto éxito les ha dado en su historia, esperaron a los suecos atrás. La Selección de Ibrahímovic tenía la pelota, pero no sabían qué hacer con ella. Zlatan volvió a ser el de las grandes noches: ese fantasma que pasa desapercibido por el campo. De hecho, los nórdicos no lanzaron a puerta en los 90 minutos.
Tras el descanso, la 'azzurra' se animó un poquito más y empezó a acumular llegadas de peligro sobre el arco de Isaksson. Parolo casi adelanta a Italia con un cabezazo que se marchó al travesaño. El "olor a gol" se empezaba a sentir en el campo. Éste llegó finalmente en el minuto 88 (muy de Italia el meter goles en los últimos minutos) gracias al italo-brasileño Éder. Éste recibió de Zaza tras un saque de banda y se internó en el área, donde fusiló al meta sueco con un disparo duro al palo largo. Gol de Italia, 1-0 y, por supuesto, tres puntos que clasifican a los de Conte.