El Hospital San Juan de Dios activó el uso obligatorio de mascarilla tras confirmar un brote de influenza en al menos cuatro salones del centro médico. Como medida de contención, se aisló a 20 pacientes y 14 funcionarios, la mayoría enfermeros, con el objetivo de evitar una propagación mayor. La decisión busca salvaguardar a la población vulnerable que acude a este hospital de alta demanda en la capital.
La disposición sanitaria no solo aplica a este centro, sino que se extiende a todos los hospitales capitalinos, donde ya se implementan protocolos similares. Autoridades de salud refuerzan el llamado a mantener medidas de prevención, especialmente en espacios cerrados. Este brote subraya la importancia de actuar con rapidez para contener focos activos del virus.