Los hongkoneses pueden por fin dejar de llevar mascarillas, en interiores o exteriores, desde el miércoles 1 de marzo por la mañana.
Pero después de más de tres años de enmascaramiento universal y continuo para evitar los contagios de covid-19, las costumbres son difíciles de perder.
Porque Hong Kong ha batido el récord mundial de longevidad en el uso de mascarillas- tres años.
Y ahora algunos científicos están preocupados por los efectos que haya podido tener el enmascaramiento, sobre todo en el sistema inmunitario.
Pero también en los niños pequeños que han crecido en un mundo sin rostros durante tres años.
La medida afectaba a todas las personas mayores de dos años, que se exponían a multas de hasta 10.000 dólares hongkoneses (1.275 dólares) si la incumplían.