Nicolás Chiesa vive una encrucijada en la que posiblemente nadie quisiera estar: el hombre de 40 años viajó a Qatar a disfrutar del mundial de fútbol 2022 y alentar a Argentina, junto a un grupo de amigos, pero a la par debe estar pendiente del teléfono, a la espera del mensaje que le confirme si su hijo está por nacer.
“Mi mujer está embarazada de ocho meses, ya le queda poco tiempo para dar a luz. Generalmente, se le adelanta, porque mis tres hijas se adelantaron. Y está por llegar el único varón, el heredero”, dice el hombre casado con la China Calé, influencer de moda y decoración argentina con casi 150.000 seguidores en Instagram.
“Es difícil, por supuesto que para ella es más difícil. Se extraña mucho y estoy muy atento del día. Mi vida es un reality, porque a través de su Instagram todos sus seguidores van opinando y generando encuestas. Gracias a Dios, me vienen dando a favor, pasé a ser una especie de amuleto. Eso me fue dando empuje para seguir acá”, cuenta Chiesa a Todo Noticias.
“Estoy partido a partido y ecografía a ecografía”, dice el hincha, y admite que está pendiente al teléfono las 24 horas por si en cualquier momento pasa algo.
Nicolás había planificado el viaje desde febrero, sin percatarse que el bebé podría nacer precisamente para el partido final, en la que Argentina, de la mano de Lionel Messi, disputará el título mundial. “Hicimos cuentas y nos percatamos ahí de que justo caía en (la final) del Mundial”, admite al medio citado.
El cuarto hijo de la pareja llegó luego de años intentando ser padres sin demasiado éxito. “A mí el deporte me emociona mucho. Vivo mi vida a fondo, a 200.000 kilómetros por hora. Me caigo y me levanto. No me freno en mi manera de vivir. Y el deporte dice mucho de la vida”, cuenta Chiesa.
No obstante, ante la posibilidad que su hijo nazca el 18 de diciembre, día en el que Messi jugaría su última final con Argentina, Nicolás admite que ya tomó una decisión: “Si me entero de que está por nacer me subo al avión y vuelvo. Así tenga que ver el partido en la pantalla del avión, es mi hijo y voy a volver”.