Los taxis rojos no bajan los brazos contra Uber, tras la respuesta del presidente de la República Luis Guillermo Solís, que según ellos ratifica la ilegalidad del servicio.
Los taxistas piden el bloqueo de la aplicación mientras que el Gobierno insiste en que esa no es la salida, pero reconoce que Uber no se puede regular y que hay que esperar los procedimientos seguidos contra la trasnacional.
Los taxistas llevan de manera simultánea dos procesos contra Uber, uno en la Sala Constitucional y otro en el Tribunal Contencioso Administrativo, ese último es el que podría dar la luz sobre la situación jurídica de la empresa extranjera, según el gremio del taxistas.
El gremio de taxistas prepara una asamblea general este martes donde abordaran el tema y plantearán nuevas estrategias para detener las operaciones de Uber.