Alison y Ann Dadow enseñaban yoga y tenían dos conocidos gimnasios en Palm Beach, Florida, Estados Unidos, los cuales les traían grandes dividendos: manejaban Porsches idéntidos y compraban en tiendas exclusivas.
Pero en 2014 todo cambió, luego de que las gemelas decidieran cerrar los recintos sin previo aviso y sin pagarles a sus empleadores ni darle explicaciones a sus clientes, partiendo a Utah a probar suerte.
Allí se cambiaron de nombre a Alexandria y Anastasia Duval, e intentaron abrir un negocio similar, pero se declararon en quiebre y comenzaron a tener problemas con la ley.
Anastasia fue acusada de intoxicación pública, alteración del orden público, atacar a un policía e interferir con un arresto; mientras que Alexandia defraudó a su arrendador, manejó con alcohol, sufrió intoxicación pública y huyo del lugar de un accidente.
Una vez más las hermanas huyeron del sitio que les dio cobijo, eligiendo como destino Hawai, donde vivían hace varios meses e intentaron cambiar de suerte. Sin amargo, el pasado 29 de mayo un extraño accidente terminó con la vida de una de ellas.
Las gemelas de 37 años estaban en un Ford Explorer año 2016 detenido cuando, según testigos, comenzaron a discutir y gritarse. De hecho, Anastacia, quien estaba en el asiento del copiloto, le tiró el pelo a su hermana que estaba en el volante.
La pelea terminó cuando el auto "aceleró" hacia delante y giró bruscamente hacia la izquierda sobre un acantilado, cayendo 60 metros por un precipicio.
De acuerdo a la investigación, Alexandra -la piloto- no intentó frenar antes de estrellarse ni tampoco quiso revelar a los rescatista la causa del accidente. Ella sobrevivió y fue sacada del lugar en una camilla, peor Anastasia encontró la muerte en el roquerío.
El miércoles de la semana pasada la sobreviviente intentó irse de Hawai hacia el oeste de Estados Unidos, según ella para asistir al funeral de su gemela. Sin embargo, el viernes fue arrestada tras agendar otro vuelo para ese día en la noche.
Tras su detención, Alexandría se presentó ante la corte de Wailuku este lunes, donde fue acusada de asesinato en segundo grado, es decir, no premeditado ni planeado, pero sí intencional, tras la muerte de su gemela.
Ella se declaró no culpable y apareció con el brazo en un cabestrillo, lo que no impidió que quedara detenida sin fianza a la espera de la condena final.