Muchos niños sueñan con convertirse en futbolistas profesionales, aunque pocos acaban consiguiéndolo, ya que no es algo que esté al alcance de cualquiera. Se necesita tener talento natural para este deporte y mucha capacidad de sacrificio, cualidades con las que no contaba el francés Gregoire Akcelrod.
Sin embargo, eso no le hizo renunciar a su deseo y a punto estuvo de disputar la Champions League.
Lo que sí tenía Akcelrod era una gran capacidad para el engaño y mucho morro. Cuando alcanzó la mayoría de edad creó una página web y se inventó que jugaba en el filial del PSG.
Consiguió que varios clubes ingleses le hicieran una prueba e incluso fue fichado por el CSKA de Sofía en el 2009, año en el que este equipo búlgaro disputaba la máxima competición continental. No llegó a jugar, ya que acabaron descubriendo sus mentiras.