Un pueblo mágico, este no está en Costa Rica, sino en México, un lugar donde todo debe ser en piedra, barro, color blanco y tejas rojas. Este encantador lugar se llama Taxco, una ciudad que está en las laderas de una montaña, fue fundado por Hernán Cortés quien construyó el templo de Santa Prisca como obsequio a dios por tanto que le dio. Los bochos son usados por su fuerza para subir y bajar las calles de piedra.