A partir de los 25 años la piel empieza a sufrir la pérdidas de elementos que ayudan a mantener la humectación y firmeza, manifiesta la doctora Diana Quesada Elizondo, especialista en medicina estética. Esta sería la principal razón para que se recomiende el tratamiento temprano de los signos de envejecimiento, principalmente en el rostro, pues de lo contrario las denominadas arrugas se convierte en una suerte de cicatriz que requiere un tratamiento más profundo para disminuirlos.