El famoso baterista Taylor Hawkins, integrante de la banda de rock estadounidense Foo Fighters, falleció la noche del pasado 25 de marzo, horas antes de su presentación en el Festival Estéreo Picnic y las primeras hipótesis señalaban que se trató de un dolor en el pecho, sin embargo, según informaron la revista Semana y la emisora La FM sobre el deceso, las autoridades habrían confirmado que este se produjo por una mezcla de heroína con antidepresivos, cuyos exámenes arrojaron cerca de 10 tipos de sustancias psicoactivas.
Un reporte policial preliminar indicó que “la causa de la muerte se encuentra por establecer, de acuerdo con versiones de allegados, el deceso podría estar asociado al consumo de sustancias estupefacientes”.
El comunicado de prensa de la Fiscalía General de la Nación, los encargados de practicarle los procedimientos se encontraron con lo siguiente:
“En la prueba toxicológica en orina practicada al cuerpo de Taylor Hawkins se encontraron preliminarmente 10 tipos de sustancias, entre ellas: THC (marihuana), antidepresivos tricíclicos, benzodiacepinas y opioides”, y agregaron que continuarán con las investigaciones pertinentes para obtener más detalles de su deceso.
Sin embargo, según mencionó Semana, los médicos forenses se llevaron una impactante sorpresa al ver el tamaño del corazón de Taylor Hawkins, pues este pesaba por los menos 600 gramos y que presentó una falla cardiaca debido a la cantidad de sustancias alucinógenas que consumió el artista a escasas horas de presentarse en el escenario.