Alejandro Arias Monge, conocido como “Diablo”, se ha convertido en el prófugo más buscado de Costa Rica. Este sujeto es buscado desde 2015 y ya acumula más de nueve años evadiendo la justicia, pese a estar vinculado a delitos de tráfico de drogas, legitimación de capitales y homicidios relacionados con disputas por el control territorial del narcotráfico.
La gran interrogante sigue siendo: ¿por qué no ha sido posible capturarlo? Según Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la estrategia de Arias Monge se basa en su ubicación cercana a la frontera con Nicaragua, lo que le permite cruzar de un lado a otro para evadir operativos policiales.
“La mayoría del tiempo no está en Costa Rica, está en una zona limítrofe con Nicaragua y cada vez que realizamos una acción, se pasa para el lado de Nicaragua”, señaló Zúñiga, destacando la dificultad que representa una frontera porosa y con escasa vigilancia en ciertos puntos. Además, enfatizó que las autoridades costarricenses no tienen capacidad operativa para realizar operativos dentro del territorio nicaragüense.
Arias Monge es señalado como responsable de una ola de violencia en el país, desatada por sus intentos de expandir su territorio de venta de drogas. Esta expansión ha dejado una estela de asesinatos, muchos de ellos con características propias del sicariato.
Sin embargo, el OIJ no pierde la esperanza de capturarlo. Recientemente, tres socios de Arias Monge, con quienes inició su actividad criminal, fueron condenados a largas penas de prisión. Estos sujetos eran parte de una banda dedicada al asalto de comercios utilizando fusiles AK-47 y al asesinato por encargo, lo que marcó los primeros pasos delictivos del “Diablo”.