Durante los últimos 10 años, el artista norteamericano Ra Paulette ha caminado cada día solo al trabajo en el desierto de Nuevo México.
Pasa sus días tallando una caverna que encontró.
Convirtiéndola en un hermoso oasis de luz.
Sin más compañía que su perro.
Paulette crea diferentes diseños y estilos para cada caverna. Su mente es una fuente inagotable de creatividad.
Cada sección de la caverna tiene dimensiones y texturas muy específicas.
El propósito de su trabajo es crear un ambiente que inspire el bienestar y la renovación personal.
También servirá como centro cultural cuando esté terminado.
Las fotos no hacen justicia a los increíbles detalles logrados por este artista.