El sospechoso de robar una mula fue amarrado y arrastrado por una calle de lastre como castigo por parte de los vecinos de El Roble en Puntarenas.
La indignación y la ira se originó cuando los residentes notaron la ausencia de una de sus mulas. Tras dar con el presunto ladrón, optaron por impartir justicia por sus propias manos, arrastrándolo públicamente por las calles.
Sin embargo, el abogado Joseph Rivera advirtió que, si el individuo sufrió lesiones durante el incidente, que podrían ser leves hasta graves, los involucrados podrían enfrentar una sanción penal de entre 2 y 5 años de prisión, hasta 10 años.
Si perdió alguna extremidad o sentido, estarían causándole un perjuicio.