En siete horas los expertos de la Red Sismológica Nacional contabilizaron 26 explosiones.
En la más grande de ellas la columna de cenizas no superó los 100 metros, por lo que el material volvió a caer en el cráter.
Este viernes desde las tres de la mañana hubo emanación constante de cenizas y gases acompañados de sismos continuos en el coloso.
Tras siete semanas de calma el viernes por la tarde se reactivó y este nuevo ciclo podría durar horas, días y hasta semanas.
Debido al aumento en la llegada de curiosos y turistas a la zona la Comisión de Emergencias ordenó cerrar el acceso a las comunidades de la central y las virtudes.
La finalidad de esta decisión es evitar que ingresen personas al parque nacional y a las cercanías del volcán.
Un área a la redonda de cinco kilómetros se mantiene bajo alerta amarilla, debido a la constante caída de cenizas.