El partido Podemos planteó una jornada laboral de 32 horas sin merma de salarios, sin embargo, la idea chocó con el partido del presidente Pedro Sánchez.
Hace tiempo que se viene planteando la idea de recortar la semana laboral a cuatro días, respetando el sueldo y los beneficios de los trabajadores.
Propuesta que volvió a surgir a raíz de las complejidades laborales que impuso la pandemia del coronavirus y que obligó a millones de personas a mantenerse en sus hogares.
En mayo de este año la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se refirió a esta propuesta como una forma de dar mayor flexibilidad y tiempo libre a los trabajadores.
“Escucho a un montón de personas que proponen que tengamos una semana laboral de cuatro días. En definitiva es algo que tienen que debatirlo empleadores y empleados”, dijo en ese momento en un video publicado en Facebook.
A comienzos de diciembre, la filial neozelandesa del gigante de alimentos y cosméticos Unilever llevó a la práctica esta propuesta, al implementar la semana laboral de cuatro días y sin recorte salarial.
“Los empleados participantes de Unilever Nueva Zelanda mantendrán sus salarios al 100% mientras trabajan el 80% del tiempo”, indicó la empresa en se momento.
Ahora la idea ha cobrado fuerza en España, luego que el partido de izquierda Podemos planteara la posibilidad de tener una jornada laboral de 32 horas sin merma de salarios.
“Explorar la reducción del tiempo de trabajo que es algo que podría favorecer sin duda la creación de empleo”, dijo a comienzos de mes, Pablo Iglesias, líder y presidente de Podemos.
El partido socialista de Pedro Sánchez, chocó rápidamente con la propuesta de Podemos por la desconfianza al frente de un país que según el FMI perderá un 12,8 por ciento del PIB en 2020, la mayor entre las economías occidentales.
“No debemos desconcentrarnos de lo que ahora nos ocupa prioritariamente”, que es “volver a las tasas de crecimiento que teníamos al principio de la pandemia”, señaló la portavoz de gobierno, María Jesús Montero.
“No me parece que España sea un país que, con los niveles de competitividad y productividad (que tiene), deba dar prioridad a este asunto. No creo que tengamos margen para eso”, coincidió el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Por su parte, Florentino Felgueroso, investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, explica que la realidad del mercado de trabajo es muy heterogénea. “Lo que puede venir bien para unas empresas no le viene bien a otras”.
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