Diferencias de más del doble en el precio del kilo del tomate entre un supermercado y otro, es lo que enfrentan los consumidores que desean comprar este producto, cuyo costo llegó casi a los 4 mil colones. Productores achacan a los intermediarios el aumento en los costos, pero ellos aseguran que son los supermercados los que se dejan el margen mayor de ganancia.