El papa tiene un papel clave en la defensa de los derechos humanos, según el escritor y magíster Junior Aguirre Gorgona, quien subraya que su liderazgo moral trasciende lo religioso. Aguirre afirma que, a través de sus mensajes y posturas públicas, el pontífice influye directamente en políticas globales sobre migración, pobreza, libertad religiosa y justicia social. Esta influencia no se limita al Vaticano, sino que alcanza a gobiernos y organismos internacionales que responden a sus llamados éticos.
La elección del nuevo papa, por tanto, no solo define el rumbo espiritual de millones de fieles, sino también la postura que asumirá la Iglesia frente a crisis humanitarias, guerras y desigualdades. Aguirre destaca que el pontífice actúa como mediador y voz de denuncia ante abusos de poder, y que sus palabras pueden movilizar cambios reales cuando coinciden con momentos de tensión o conflicto. Su papel es simbólico, pero su impacto puede ser profundamente político.