Una alimentación balanceada puede ser clave en la prevención de enfermedades como el cáncer. La Dra. Daniela Carrillo explica que ciertos nutrientes refuerzan las defensas naturales del cuerpo y ayudan a combatir la formación de células anómalas.
Entre los más importantes se encuentran las vitaminas A, C y E, el zinc, el selenio y los fitoquímicos presentes en frutas, vegetales y granos enteros. Estos compuestos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen a las células del daño oxidativo.
La especialista recomienda incluir alimentos como zanahorias, cítricos, espinacas, nueces y legumbres en la dieta diaria para fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de padecer tumores.