En un rincón de Parrita, nuestro compañero Harrick descubrió que la famosa Cangreburger y su fórmula secreta son el fruto de una historia de superación.
Una familia, después de intentar varios emprendimientos sin éxito, finalmente logró consolidar un negocio que ahora cautiva a propios y extraños.
Los peluches que decoran el lugar, simbolizan la calidez con la que esta familia recibe a sus clientes, quienes aseguran que el sabor del pollo no solo es único, sino también el resultado de más de ocho años de perfeccionamiento constante.