El caso del asesinato de la joven Allison Bonilla podría volver a los estrados judiciales si se acogen una acción interpuesta por el representante legal de la familia.
El objetivo es que se recalifique el delito por el que fue condenado el sospechoso, a quien le impusieron 18 años de prisión, si prospera la acción, la condena aumentaría a 35 años por homicidio calificado y no simple como lo estableció el tribunal de Cartago.
El Tribunal de Apelaciones rechazó anteriormente las apelaciones presentadas por la defensa del sentenciado y la impugnación interpuesta por la representación de la familia.