Su perseverancia y madurez emocional, han hecho de Don Javier no un destacado deportista de artes marciales, sino un gran entrenador. A muy temprana edad, el entrenador Brenes, como le conocen sus alumnos, aprendió a vivir con una condición de desgaste en los huesos. Sin embargo, este padecimiento no impidió que cumpla su sueño de ser cinturón negro en Taekwondo.