Durante dos décadas, Don David, quien aprendió a dominar el fuego y el hierro, ha forjado herramientas artesanales en Cervantes de Alvarado, usando una fragua que él mismo construyó.
Lo que comenzó como una necesidad personal se convirtió en un oficio reconocido, ya que ahora vende sus creaciones o las adapta según el trabajo requerido.
Aunque su técnica parece rudimentaria, cada martillo o pica es el resultado de un proceso meticuloso, donde el hierro reciclado toma forma bajo golpes precisos para convertirse en una herramienta funcional.