Andrés Soto Solís
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Era una de las investigaciones más esperadas en el fútbol nacional, sin embargo terminó sin nombres de los involucrados, sin sanción y con solo una nota para la persona involucrada.
Por qué empezó la investigación
En el intermedio de un partido hubo contacto de uno de los dirigentes con el árbitro central, por medio de un mensaje de texto. El mensaje era reclamando una situación de juego y no comprendía ningún tipo de amenaza, coacción u ofrecimiento para que los favoreciera. Es un reclamo como los que muchas veces se ven al final de un juego, solo tuvo la particularidad de que se hizo mediante un mensaje de texto.
Sin embargo no se detalla cuál partido es, quién fue el dirigente que mandó ese mensaje, tampoco el tipo de mensaje que envió y mucho menos el árbitro involucrado.
La acción fue tomada por el Fiscal de la Federación Costarricense de Fútbol y Oficial de Integridad de FIFA en Costa Rica, William Sequeira y determinó que fue un reclamo más, normal, de los que se dan durante el juego.
Esta conducta no es sancionable desde el punto de vista de Integridad, pues corresponde a los reclamos que se ven habitualmente en los partidos y que si es del caso se sancionan por otras vías.
Otro caso se dio en uno de los juegos donde el tiempo no dejó continuar el partido, situación que sucedió en algunos partidos de Primera División.
El otro contacto se dio en un partido que estaba suspendido por mal tiempo y en el cual igualmente no medió de parte del dirigente ningún ofrecimiento o amenaza. Solo era una referencia hacia temas de iluminación. Por lo tanto, tampoco en este caso existe una conducta que pueda ser sancionable como falta relacionada con Integridad.
Después de cuatro meses de silencio esta fue la sentencia o bien la conclusión de la investigación.
El informe recomienda incluir expresamente en los reglamentos de las ligas profesionales que estas situaciones no sean permitidas y en el futuro se sancionen por los órganos jurisdiccionales de la Federación y sus ligas.
El Comité Ejecutivo decidió enviarle al club del dirigente involucrado una nota haciéndole ver que este tipo de conductas son inconvenientes, reprochables y que tener alguna inconformidad con un tema arbitral debe canalizarlo a través de la Comisión de Arbitraje.
