La usamos nosotros, pero serán los hijos de nuestros tataranietos quienes la vean degradarse.
La Organización de las Naciones Unidas, estimó en 2018 que en el mundo se utilizan 500 mil millones de bolsas de fábricadas con polímeros al año.
200 bolsas de plástico por persona al año. Lo más grave, es que la ONU estima que cada una de esas bolsas se utiliza solo por 12 minutos.
Luego, se desechan. Por eso, desde el 2011, la fundación Catalana Rezero, dedicada a la prevención de residuos y consumo, impulsa a nivel mundial que el 3 se julio sea el día libre de las bolsas de plástico. Desde entonces, cada año más países toman medidas para disminuir el uso de estas bolsas. A hoy, más de 120 países en el mundo prohíben o desincentivan a través de leyes.
La industria ya desarrolla alternativas para el polímero, por ejemplo, bolsas desarrolladas con fécula de maíz y almidón de yuca.
En Hidrobag, fábrica centroamericana, producirlas requiere hasta un 40% menos de agua. Las distribuyen hasta República Dominicana, Estados Unidos, Panamá y Costa Rica. En Perú y Colombia hay industrias similares. Naciones Unidas estima urgente medidas como estas, porque reciclar ya no es suficiente
Una bolsa plástica necesita 500 años para degradarse. En el proceso, desprende microplásticos que contaminan el ecosistema. Por ejemplo, llegan al mar. Los peces se los comen y permanecen en su carne. Luego, los comemos nosotros
No hay concenso científico sobre cuantos microplásticos consumimos al año, pero sería equivalente a comerse una tarjeta bancaria