Lo accidentado del terreno fue uno de los impedimentos para que los bomberos logren controlar el incendio forestal que destruyó 20 hectáreas de bosques primarios y pastizales, ubicados en Poás de Aserrí. Los apagafuegos lograron detener el avance del siniestro que comprometió a una finca y avanzó rápidamente debido a los fuertes vientos que se registraron en la zona.