Durante la temporada seca, el cabello tiende a deshidratarse, lo que puede provocar quiebre y pérdida de brillo si no se toman las medidas adecuadas.
Según el especialista Giovanni Alfaro, es fundamental utilizar productos hidratantes, reducir el uso de herramientas de calor y evitar lavados frecuentes, ya que estos factores pueden agravar la resequedad.
Además, recomienda aplicar aceites naturales y mantener una alimentación balanceada, pues los nutrientes esenciales ayudan a fortalecer la fibra capilar desde el interior.