Como parte de acabar con la minería ilegal en Crucitas, San Carlos, Fuerza Pública junto al Ministerio de Seguridad Pública mostraron la forma en que coligalleros esconden materiales.
Mostraron que ahora los oreros tratan de esconder algunos de sus equipos más caros sumergidos bajo el agua, de manera que evadan los patrullajes terrestres y con drones de los cuerpos policiales.
Los materiales se le llama “tómbolas” y desde que policías intervinieron el taller donde se hacían estas máquinas, los recursos son escasos. Esta herramienta es la responsable de separar el oro de la tierra y las piedras.
Tienen un valor superior a los ¢3 millones.
Las intervenciones de las últimas semanas han generado que pudieran decomisar cuatro de estas tómbolas. Antes eran escondidas en charrales o tiendas de campaña, ahora en fuentes de agua.
Una de las anotaciones de los oficiales es que al tener que esconderlas, estos objetos se están fabricando cada vez más pequeños.