En un lugar solitario y en medio de fincas, vive un peculiar personaje conocido como el Chanchero, quien decidió vivir como ermitaño y se siente feliz y orgulloso de su estilo de vida y del apodo que se ha ganado.
Aunque le gusta estar solo, convive con sus animales y cuenta con un ganado en su finca.
A pesar de vivir sin compañía humana, le gusta recibir visitas, pero entre bromas advierte que no se queden a dormir, ya que no le gustan las visitas prolongadas.