El pasado domingo 18 de setiembre, a raíz de la alta saturación de los suelos provocada por las intensas lluvias del fin de semana.
La CNE registró múltiples deslizamientos.
Uno de ellos fue el de Brasil de Santa Ana, en la ladera del río Virilla, cerca de la ruta 27.
La CNE realizó una evaluación en el lugar, sobrevolando drones en el sitio del impacto.
En el lugar, los geólogos coincidieron de que se trata de aproximadamente 5 millones de metros cúbicos.
Lo que equivale a 5 hectáreas de terreno que cayeron en dirección al río Virilla.
Pero afortunadamente se determinó que la masa de terreno no generará un taponamiento en el río.
Los geólogos de la CNE, Julio Madrigal y Blas Sánchez, coincidieron en que, aunque el deslizamiento tuvo proporciones muy importantes, no hay infraestructura o comunidades comprometidas.
Ys que hay un valle muy profundo del río Virilla que favorece que el material se deposite y alcance su estabilización.
Además, aguas abajo hay proyectos de generación eléctrica, quienes deben permanecer muy atentos del comportamiento del cauce del río.
Ya que se presentarán lluvias en lo que resta de esta temporada lluvias y ello puede traer gran cantidad de sedimento como rocas y barro.
Durante la visita al sitio, se recomendó al dueño de la finca, no ingresar a la zona del deslizamiento.
Asi como prohibir el paso a los bordes de este, con el fin de evitar accidentes.
El Geólogo de la CNE, Blas Sánchez Ureña, mencionó que este deslizamiento en particular, “representa incluso, el deslizamiento más grande de este año.
A partir de esta evaluación, se seguirá dando un monitoreo constante al deslizamiento, junto con otros 126 a los cuales las CNE y las comunidades mantienen bajo vigilancia.
De acuerdo con los especialistas, los deslizamientos son a nivel histórico, los desastres que más vidas cobran.