El incremento de la emanación de azufre y caída de ceniza, que afectan a las localidades colindantes al Volcán Poás, ha obligado a las autoridades a activar medidas preventivas. En principio, se ha decidido el cierre del acceso al macizo durante dos días, esto con el fin de que los especialistas evalúen los alcances de la actividad que se prevé durará hasta el mes de mayo.