Al 31 de marzo pasado, 113 conductores dieron positivo a la prueba de alcohol, aunque no fueron multados por ser un consumo muy bajo, otros 93 recibieron una multa de ¢334.000 y acumularon 6 puntos en la licencia, mientras que 632 fueron remitidos a la Fiscalía, bajo el presunto delito de conducción bajo los efectos del alcohol.
Así las cosas, fueron 838 los casos positivos del alcohol en los primeros 90 días del 2022, para un promedio de 9.3 por día, muy por encima del promedio de todo el 2021, que sumó 2.383 casos positivos, y un promedio diario de 6.5 y también se supera el promedio del 2020, con 2.138 casos totales y un promedio de 5.8 al día.
“Es un promedio alto si se compara con los últimos dos años, también supera en 18 casos al primer trimestre del 2021, con la agravante que el año pasado se hicieron en 3 meses 5.769 pruebas, este año se hicieron 4.741. Es decir, pese a que este año se hicieron 1.028 menos, aún así se detectaron más casos y eso es preocupante”, acotó Alberto Barquero Espinoza, subdirector de la Policía de Tránsito.
Si ponemos en perspectiva estas cifras, agregó el funcionario, el primer trimestre del año pasado arrojó un 14.2% de pruebas positivas del total hecho; en el mismo periodo de este año la cifra sube a 17.7% de casos positivo respecto al total de pruebas realizadas.
“Tenemos un incremento absoluto y porcentual de los casos positivos de alcohol, de la misma manera que cerramos marzo con 7 decesos en carretera vinculados al alcohol al volante, uno más que en el mismo periodo del año pasado”, advirtió Barquero, al tiempo que hace un llamado a optar por alternativas de traslado cuando se consume licor, diferentes a conducir, como el transporte público o un chofer designado.
De igual forma, el llamando a no conducir vehículos bajo los efectos del alcohol es aplicable para las bicicletas.
En su condición de peatones, el funcionario también advirtió sobre los riesgos de embriagarse si se deben trasladar caminando a sus casas, pues se pierden reflejos para cruzar una calle, para medir la distancia a la que vienen los vehículos o el tiempo que se puede tardar cruzando una calle o la pérdida del equilibrio cuando se está caminando.