La quema de rocas en el cráter del volcán Poás y los fuertes vientos favorecen a que los cantones de Grecia, Sarchí y Zarcero, se vean afectados por la caída de cenizas y la emanación del olor de azufre. Esta actividad en el macizo inició el 29 de marzo y provocó una nube volcánica que ensucia casas, vehículos y genera consecuencias de salud.