Gamalotillo de Puriscal alberga una joya natural conocida como El Salto, un destino que, aunque demanda cierto grado de valentía, ofrece experiencias inolvidables a quienes lo visitan.
Mientras que los más atrevidos pueden explorar la majestuosidad del salto en sí, aquellos que prefieren actividades menos riesgosas pueden disfrutar nadando en sus tres pozas o caminando por senderos rodeados de aves.
Este lugar, que los vecinos consideran fundamental para su comunidad, no solo permite admirar la belleza escénica desde sus miradores, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de preservar estos espacios, dado que su conservación garantiza que futuras generaciones puedan disfrutar de su grandeza.