Distintos grupos de manifestantes partidarios del gobierno bloquean carreteras y autopistas en 12 estados de Brasil para expresar su descontento por el inicio de los debates en el Congreso. El Parlamento discute sobre el inicio de un juicio político contra la presidente Dilma Rousseff.
"Esto es un anticipo de lo que va a ocurrir en caso de que se cometa el golpe parlamentario en la Cámara de Diputados y se aprueba el impeachment", afirmó el dirigente Raimundo Bomfim, de la Central de Movimientos Populares.
Durante dos horas, el Frente Brasil Popular bloqueó las principales avenidas del centro de San Pablo, lo que generó caos vehicular y parte de la Marginal Tieté, y de la Via Dutra, caminos que conducen al aeropuerto internacional de Guarulhos y conectan San Pablo con Rio de Janeiro.
Para el domingo, en San Pablo, el Partido de los Trabajadores (PT) prepara en la región central, en el llamado Valle de Anhangabaú, una manifestación con pantallas gigantes para seguir la votación en la Cámara de Diputados.
Lo mismo pero enfrente de la federación industrial de San Pablo harán en la Avenida Paulista los opositores, a partir del mediodía del domingo.
Este viernes, la discusión en el Congreso comenzó con duros cruces entre los parlamentarios del oficialismo y los de la oposición. Gritos, silbidos y permanentes interrupciones marcaron los minutos iniciales del debate.
Los defensores del gobierno mostraron carteles rojos que señalaban que se trataba de "un golpe de Estado", mientras que los opositores levantaron pancartas verdes que rezaban que era necesario el impeachment.
El Gobierno quemó el jueves uno de sus últimos cartuchos en su intento de impedir el juicio y lo hizo ante la Corte Suprema, con una demanda de última hora intentada por el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, que pedía anular parte del proceso y fue rechazada por ocho de los magistrados, frente a dos que pidieron aceptarla.