Kim Kardashian fue captada exhibiendo sus famosas y prominentes curvas en una playa de Malibú.
Para la nueva campaña de su marca Skims, en donde lució un sexy traje de baño.
La empresaria utilizó un bikini en tono rosa Barbie, con pantaletas high leg para remarcar su diminuta cintura y un top de escote halter y cierre al frente, que dejó ver su silueta curvilínea.