El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles un nuevo esquema de impuestos a las importaciones que impactará a la mayoría de los países del mundo. La medida, que entra en vigencia de inmediato, establece aranceles desde el 10% hasta casi el 50% para diversos productos, con el objetivo de incrementar el empleo y la producción en suelo estadounidense.
Para países de Centroamérica como Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras, el impuesto mínimo será de un 10%, mientras que para Nicaragua la tasa será del 18%. No obstante, otros países enfrentarán aranceles aún más altos bajo el concepto de “reciprocidad”. China deberá pagar un 34% por todos sus productos, la Unión Europea un 20% y Cambodia un 49%.
Impacto económico global y en EE.UU.
Las nuevas tarifas generarán un aumento en los costos de producción para empresas estadounidenses que dependen de insumos importados, lo que puede traducirse en un incremento en los precios al consumidor. Además, se prevé una reducción en el ingreso de las familias, menor crecimiento económico y un posible impacto en el empleo. De acuerdo con estimaciones preliminares, los nuevos aranceles podrían recaudar más de 600 mil millones de dólares al año, convirtiéndose en la mayor alza tributaria en EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial.
Efecto en Costa Rica y sus relaciones comerciales
Estados Unidos es el principal socio comercial de Costa Rica y el destino de gran parte de sus exportaciones. Con la implementación de estos nuevos impuestos, se espera una reconfiguración de los flujos comerciales. Expertos advierten que algunos sectores productivos costarricenses podrían verse afectados, especialmente aquellos que dependen de la exportación a EE.UU.
Además, el encarecimiento de productos provenientes de China y otros mercados impactará el comercio local. Compras en plataformas como Shein y Temu, cuyos productos provienen de China y pasan por EE.UU., serán más costosas.
El sector automotriz también sentirá los efectos de estos aranceles. Trump anunció un impuesto del 25% a los vehículos fabricados en el extranjero, lo que podría afectar el mercado de vehículos usados y el costo de repuestos en Costa Rica, aunque no impactaría directamente el precio de los automóviles nuevos, que en su mayoría provienen de Asia.
La decisión de la administración Trump ha generado reacciones mixtas en el ámbito económico y político. Mientras el gobierno estadounidense la justifica como una estrategia para fortalecer la producción nacional, economistas advierten sobre los riesgos de menor crecimiento y un posible aumento de precios que podría afectar tanto a EE.UU. como a sus principales socios comerciales.