Acercar la mano sobre la parrilla y si no soporta el calor más de cuatro segundos es la señal de que es tiempo de poner las carnes a asar. Este sencillo acto puede garantizar alcanzar la temperatura ideal para que la carne se cocine en el término que usted elija. Respecto al corte los expertos se inclinan por la picaña, pues la concentración de grasa permite jugosidad de la pieza.