Andar en bicicleta fortalece los músculos, mejora el corazón y reduce el estrés, según explica Génesis Ceciliano, nutricionista y ciclista aficionada.
Esta actividad de bajo impacto no solo mejora la resistencia física, sino que también actúa como un potente regulador del sistema nervioso, lo cual puede ayudar a combatir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
Además, al practicarse al aire libre, se convierte en una forma ideal de incorporar ejercicio sin necesidad de ir a un gimnasio.