
Para muchos el futbol no solo se vive, sino que se sufre.
Un partido de su equipo puede convertirse en 90 minutos de angustia y tensión.
Varios estudios internacionales demostraron que el estrés emocional que generan los mundiales de fútbol puede llevar a arritmias y hasta infartos.
En un artículo publicado por el Diario ABC, médicos españoles señalaron que durante un partido, el aficionado tiene una expectativa muy grande y al no ser protagonista del partido no puede hacer nada más que esperar lo cual lo lleva a altos niveles de frustración.